Sí, os propongo que pongáis vuestros gazapos, errores, crisis, obsesiones, procesos depresivos, “defectos de carácter” o agujeros varios en los que hayáis estado en vuestro Curriculum.
Esta propuesta arriesgada (no me decapitéis aún) viene inspirada por el congreso LED sobre marca personal al que fui el viernes (en la foto con mi amigo Isaac).
La marca personal en el mundo empresarial es aquello que te hace ser diferente y visible. Es una forma de reconocer el valor de la empresa o del individuo y mostrarlo. Bien, pues lo que me llama la atención son estos dos comentarios de los ponentes:
- Miquel Baixas (director de LED) proyecta la imagen de un Bodhisattva para ilustrar dónde puede estar el valor personal que te diferencia del resto. En la tradición budista un Bodhisattva es una persona que se ha puesto al servicio de los demás después de atravesar su propio infierno, del que ha salido más sabio.
- Xavier Orozco (director de ION consulting) nos cuenta que en sus selecciones de personal una pregunta clave es algo así como: “Cuéntame sobre algún aspecto tuyo que te haya dado problemas y hayas tenido que superar”.
(Imagen de un Bodhisattva, para que te hagas una idea)
Por tanto, propongo que en nuestro CV (y no sólo para el CV público sino más bien para nuestro CV interno, con el que nos juzgamos y medimos), al lado de los cursos que hemos hecho, los masters y los logros pongamos nuestras torpezas, desastres e imperfecciones.
Puede que nos sintiéramos así más humanos, con nuestras luces y sombras. Y ojalá que el que te contrate así lo entendiera. Lo dudo, pero ojalá que la mentalidad empiece a cambiar.
(Mi amigo y yo en el congreso)