¿Te sientes solo (aún estando con gente)? Estas podrían ser las razones.
Durante esta pandemia y el confinamiento algunas personas se han sentido solas a veces, incluso estando acompañadas. Una de las razones es porque hemos estado aislados, obvio, pero otra es porque nuestro mundo conocido se ha descolocado.
Mira si algo de esto te es familiar:
- El negocio que estabas tirando adelante, en pausa. Volver a trabajar, ni idea cuándo. Y si vuelves, a ver cómo lo haces.
- O estás trabajando desde casa haciendo mil horas y todo mezclado: del pijama a la reunión de las diez.
- Y si quiero encontrar pareja, ¿cómo voy a conocer a alguien con este lío? ¿Hice bien en separarme?
- Y si tengo pareja, ¿hemos aprendido algo o seguirá todo como antes? ¿O ya ni siquiera quiero estar con ella?
Cuántas cosas nos están pasando, nadie nos había avisado ni preparado para esto.
Seguimos adelante pero no sabemos qué nos espera. Es como llevar una mochila llena de piedras mientras vas corriendo por un camino estrecho, en medio de la noche y sin luces: no tienes idea de por dónde pisas, vas más rápido de lo que puedes y llevas un peso que te tira hacia el suelo a cada paso. Es muy incómodo.
Qué hace más fácil llevar estos momentos
¿Pero sabes qué?
He visto que esta locura que nos toca vivir es mucho más llevadera si tienes a alguien que ENTIENDA de verdad lo que te pasa a ti.
Que si estás triste, enfadado o asustado por el tema de no poder viajar, los niños, el trabajo, la pareja o la soledad misma te diga: “Sí, te entiendo, me pasa algo parecido” o “me ha pasado algo parecido”. Sentir que alguien resuena contigo.
Cuando alguien te entiende es como ir andando por un camino ancho, con sólo un kilo en la mochila y el sol en la cara… ¡Dan ganas de seguir adelante!
Dos mujeres caminando juntas.
Qué es la soledad
Todo lo que nos está pasando es más difícil de llevar cuando crees que no hay alguien que te pueda entender.
Por que la otra persona está con su problema, que no se parece al tuyo, por ejemplo. O por que no tiene tiempo para escucharte con calma. O por que te imaginas que esa persona ni siquiera existe, o que no tiene interés en ti.
De eso va la soledad: nos sentimos solos cuando no podemos compartir lo que nos pasa con una persona o un grupo a quien le interese nuestra situación, que sienta algo parecido (o se lo pueda imaginar) y con quien el contacto tenga una continuidad, lo que se dice “estar ahí”.
Por eso a veces nos sentimos solos incluso estando con alguien, porque se trata de ser comprendidos, no de símplemente compartir un tiempo o un espacio con alguien.
Fotograma de la película Eduardo Manostijeras (1990)
Los tres tipos de vínculos
Además de ser comprendidos con continuidad todos necesitamos que eso se dé en estos tres tipos de vínculos:
- En una conexión íntima emocional (de pareja o no, puede ser un buen amigo). A veces quieres contarle tus cosas a una persona solo, que ya te conoce.
- Con las amistades. Otras veces tienes ganas de compartir con unos cuantos amigos con quienes incluso te puedes echar unas risas o filosofar sobre un tema.
- En algún grupo o comunidad. Otras veces lo que quieres es pasar tiempo con tu grupo más grande, con quien compartes valores, una afición o un proyecto, donde sientes que perteneces.
Y no basta con tener mucho en uno de estos entornos y en los otros no. Si nos faltan conexiones en uno de ellos el sentimiento de soledad puede irse colando poco a poco, como una fuga de agua que es casi invisible, pero que al final del día ha hecho un charco en el suelo de la cocina.
Por esta razón, a veces la pareja no sirve para quitarnos toda la sensación de soledad, o tenemos muchos amigos pero nos falta intimidad emocional con una persona. O aún teniendo pareja y amigos echamos de menos a nuestro equipo con el que jugábamos al fútbol hace años o a nuestro grupo de meditación al que íbamos antes del confinamiento.
Grupo de mujeres jóvenes compitiendo en equipo
La soledad de esta pandemia
La soledad de esta pandemia viene en gran parte porque nos han separado físicamente de nuestra gente, claro, incluso del frutero o el peluquero, que son parte de nuestra comunidad. Es normal echarlos de menos. Estas relaciones que ya teníamos van a volver según avance el desconfinamiento porque vamos a poder retomar nuestras rutinas. Con algunos cambios, puede, pero las personas están ahí.
Por otra parte, también es posible que al estar aislados nos hayamos dado cuenta de que en general, en nuestra vida, echamos de menos más contacto en alguno de los tres tipos de vínculos: relación íntima, amigos o comunidad. No te preocupes, las buenas noticias vienen ahora.
Dos buenas noticias sobre la soledad
La soledad es un tema que conozco, estudio y me gusta. Además es un tema recurrente que las personas traen a terapia en mi consulta, como asunto secundario muchas veces. Y no me sorprende, yo también me he sentido sola en varios momentos de mi vida. Así que puedo decirte que hay buenas noticias sobre el tema de la soledad, no lo dudes. Estas son dos de ellas:
1. Sentirse solo es una señal de que estás sano emocionalmente, no te pasa nada raro. Es como tener hambre: uno lo siente y sabe que puede conseguir comida, así que va a por ella. Sentirse solo es humano y tener la capacidad de conectar está ya en nuestro ADN.
2. Las demás personas también se sienten solas. También echan en falta poder hablar en la intimidad de una pareja o una amistad profunda, o unos amigos con los que charlar, o una comunidad a la que pertenecer. Ya ves, es normal, los demás también se sienten solos a veces, muchas más de las que admitimos en general. Verás por qué esto es una buena noticia.
Dos amigos abrazándose
La situación está a tu favor
Como estás viendo en este artículo la soledad empieza a marchar cuando podemos compartir con otro ser humano lo que nos pasa, con honestidad. Es decir, cuando te permites conectar con tu vulnerabilidad. Compartir lo que nos está pasando, con este virus y con lo que sea, es un primer paso para conectar con los demás.
También hemos visto que sentirse solo es algo normal, una señal de que estás bien mentalmente… así pues, estás sólo a un tiro de piedra de conectar con más seres humanos.
¿Me explico?
Igual que tú necesitas contacto, los demás también lo necesitan. Hay cierto estigma en admitir que uno se siente solo, puede ser incómodo, pero conectar es como comer, todos los necesitamos y todos sabemos hacerlo. Tú lo necesitas y los demás también lo necesitan.
Así que el primer paso sería que dejes de creer que hay algo mal en ti o que estás haciendo algo mal por el simple hecho de que te sientes solo, y usar esta oportunidad para acercarte a otras personas o grupos. Recuerda esto, es muy importante.
Receta rápida para conectar con los demás
Si ya te ha quedado claro el punto anterior me imagino que ahora te preguntas: “¿Y cómo puedo acercarme a otras personas? ¿Y más ahora, en esta situación con el Covid-19?”
Bueno, esta es una receta muy rápida y hay más maneras. Pero la cosa iría por aquí:
Conecta con lo que te pasa a ti primero, no sólo con lo que piensas o has estado haciendo estos días sino con cómo te sientes también. Luego llama a una persona que aprecies o escribe en un grupo en el que estés, prueba. En algún momento habla de lo importante, no te vayas por las ramas. Y ofrécete para escuchar con atención como algo recíproco, porque los demás también lo necesitan y porque el hecho de dar nuestro tiempo y nuestra escucha auténtica es el siguiente paso para no sentirse solo.
Conclusión
Que te sientas solo no es un problema ni algo de lo que avergonzarse, el sentimiento de soledad es algo normal que nos ayuda a contactar con los otros seres humanos. Las demás personas también se sienten solas en alguna de las tres áreas que hemos visto, y más ahora, con todo lo que nos está pasando.
Las crisis nos invitan a compartir y a hablar con los demás, no solo de nuestras dificultades y deseos, sino también de la soledad. Esto puede animarnos a buscar nuevos vínculos y grupos de apoyo o a reconectar con los que ya tenemos, ahora o cuando el desconfinamiento acabe.
Muchas veces conectar es más fácil de lo que nuestro sentimiento de soledad nos hace creer, porque nuestra especie es, y siempre será, interdependiente.
Fotograma de El Señor de los Anillos: La comuniad del anillo (2001) – Alamy Stock Photo
Te deseo una buena transición y te mando un cálido abrazo.
P.D. Puede que tú me conozcas o puede que no tengas ni idea de cómo mis servicios te pueden ser de ayuda. Si quieres saber más o que te acompañe personalmente para revisar este asunto de la soledad visita este lugar: Trabaja conmigo
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